AKAME FF: "Robándome el Destino" Capítulo 1

¡Hola!, pues este es mi primer fanfic yaoi, creo que soy pésima escribiendo este genero pero bueno me anime a escribir uno espero sea de su agrado


NOTAS: 

-los personajes no me pertenece, no busco hacer lucro, solo comparto una historia imainaria para las fans

-habra enparejamiento de Akame, JunDa, TaNaka y posiblemente mas adelante otras

-espero comentarios, tomatazos o de plano un ¡ya deja de escribir no le haces para esto!

CAPITULO I: *SALIR CORRIENDO A UNA NUEVA VIDA*

Siempre pasaba lo mismo, tomaba de su mano y corríamos, no importaba si el último aliento salía de nuestro pecho nunca era capaz de dejarla.

— ¡Corran! ¡Se están escapando!

— Pero jefe nuestros guardias ya no pueden más

—  ¡Demonios!, ese chiquillo y esa vieja bruja de dónde sacan tanta velocidad

            ¿Qué de donde sacábamos tanta velocidad? Posiblemente esa es respuesta de la experiencia; siempre era lo mismo con mamá, si no escapábamos de un hotel, lo hacíamos de su trabajo o de su novio, siempre estábamos escapando de todo y de todos.

            Cuando me di cuenta que ya no nos seguían la solté, ella estaba rendida, jadeando con tanta profundidad como si hubiéramos corrido toda la vida, aunque de cierta forma eso era cierto.

— ¡Ka.. zuya! Chiquillo tonto –trato de aspirar más aire para completar sus frases, aun seguía sin respiración – tan siquiera hubieras dejado que agarrara un tanto    de dinero

—   Mamá que no veías ese hombre casi te mataba

— No digas tonterías él nunca haría algo así

—¡Mamá te estaba ahorcando!

—¡Cállate! y ahora dime ¿Cómo diablos vamos a vivir ahora? –ella era realmente molesta pero tenía que soportarla, fue una promesa -

— ¡Mamá como haces esa pregunta! Pues trabajar ¿Qué más podemos hacer?

— ¿Esperas que yo trabaje? –yo solo moví la cabeza como afirmación pero tal acto la puso tan molesta que de una atajada se recupero- pero que tonterías salen de tu boca, en este instante nos regresamos con Saito-san

— ¡Espera! –la tome de un brazo esperando que se quedara quieta pero forcejeo-

— ¡Suéltame! Eres igual a tu padre siempre tan conformistas, yo no nací para eso, así que te doy dos opciones, o nos regresamos de inmediato con el señor Saito o buscas la forma de que viva de la misma manera en que lo hacía  –puedo estar seguro que no es que amara tanto a mi madre pero no podía permitir que volviera con ese hombre que era capaz de matarla- 

— Mira yo tengo dinero por mientras nos quedaremos en un hotel, y yo buscare un lugar donde trabajar, pero ¡por favor! dame tiempo una semana bastara para que pueda encontrar un trabajo

—¿Cuánto dinero tienes?

 — Lo suficiente para quedarnos por varias semanas en un cuarto –mi madre solo me miro de una forma incrédula y comenzó a caminar- ¡Espera! –Corrí hasta alcanzarla, ahora lo que importaba era como encontrar un trabajo.-

Ya había pasado cerca de cuatro días y no lograba encontrar un trabajo, unos porque era muy joven y otros porque no tenía la suficiente preparación, pero como la tendría si nunca pude estudiar de forma estable por culpa de mi madre, solo pude terminar hasta secundaria porque solo hasta mis quince años de edad tuve un lugar decente en donde vivir con mi madre y en ese entonces mi verdadero padre.


—¿Qué diablos voy a hacer ahora? –dije casi en forma de susurro, sin embargo un grito me saco de mis pensamientos-
—¡Alto! ¡Que alguien lo detenga! – Un hombre de negro paso a mi lado y por reacción lo que hice fue pararlo- 
—¿¡Qué te pasa estúpido suéltame!?  -Sin embargo el llamarme estúpido cuando yo estaba furioso no fue una gran decisión tuve que golpearlo, el tipo cayó al suelo y una cartera salió volando la cual atrape, y de la nada llego una señora, tal vez de la edad de mi madre, corriendo casi ya sin fuerzas-
—Gra..cias jo...ven –dijo la mujer jadeante, yo no entendía pero después vi la cartera que sostenía-
—¡Oh! Es suya, tenga –extendí la mano y ella de forma educada la tomo-
—Gracias, no sé cómo podría pagártelo
—  Así está bien no hay nada de que agradecer
—Bueno entonces –me dijo sacando una especie de tarjetita de su monedero- si llegas a necesitar algo no dudes en hablarme de acuerdo
— ¡Oh, no señora! Enserio así está bien –pero me tomo la mano y deposito la tarjeta-
—Vamos no te hagas del rogar
— De acuerdo muchas gracias –dije haciendo una reverencia-

— Bueno entonces me voy, cuídate y espero volverte a encontrar pareces un buen chico

—Gracias –dije haciendo una reverencia, posteriormente la señora se marcho, vi la tarjetita y leí en voz alta su nombre- Akanishi-san

..  

             continuara......